Cassie se había propuesto encontrar al hombre perfecto, a ser posible un chico malo y multimillonario, y atreverse a todo para conseguirlo, aunque eso significara meterse en el coche del sexy Jace Ryan.
Por una vez en su vida, Cassie estaba dispuesta a dejarse llevar por el momento y a no pensar en el futuro, pero olvidó tener presente una cosa: con Jace solo podía tener algo temporal y no debía enamorarse de él, por mucho que le gustara ese regalo en forma de aventura apasionada que le había dado el destino y cuánto había disfrutado desenvolviéndolo…