El magnate de los diamantes había dejado embarazada a su mayor enemiga…
La tórrida noche de pasión que tuvo Nic Durand con una misteriosa belleza debía haber sido tan solo algo temporal, hasta que ella se convirtió en una reportera que amenazó su negocio con un artículo demoledor. Descubrió también que ella estaba embarazada, por lo que Nic decidió que no podía dejarla marchar. Cuidar de su heredero suponía cuidar también de su amante y, posiblemente, perder el corazón…